miércoles, 20 de agosto de 2014

¿Quieres hacer mas ejercicio?

¡Ejercítate sin salir de casa! 


La elíptica es una de las máquinas más completas de los gimnasios. 


Si quieres tonificar los músculos del cuerpo en general, sin hacer un trabajo localizado, es una de las mejores opciones. 
Debido a que nos permite trabajar al mismo tiempo la parte inferior y superior del 
cuerpo, nos facilita optimizar el tiempo que pasamos ejercitándonos.



·  Uno de los grandes atractivos de la elíptica es que pone en acción tanto la parte inferior del cuerpo, como los brazos y tronco. Por ello, es una de las máquinas más solicitadas en los gimnasios. 
   Nos permite tonificar de forma gradual los músculos del cuerpo, sin el riesgo de desarrollar mucho volumen solo en una zona.

· Gran consumo de calorías. Por ello, su uso está muy recomendado para las personas que siguen un entrenamiento con el objetivo principal de perder peso.

·  Cuando caminamos o incluso cuando corremos sobre la elíptica, los pies no reciben un gran impacto. En este sentido, esta máquina también es recomendable para quienes se recuperan de lesiones en las extremidades inferiores, por ejemplo, de rodilla, tobillo o cadera.

·  Sobre este aparato realizamos un trabajo básicamente de carácter aeróbico, por lo que otro de los beneficios de la elíptica es que contribuye a una mejora general del funcionamiento de nuestro sistema cardiovascular.

·  Mejoraremos nuestra postura si trabajamos con la elíptica. Esto se debe a que los músculos de la espalda se refuerzan cuando hacemos ejercicio con esta máquina. Eso sí, para ello debemos adoptar la posición correcta, es decir, con la espalda recta. La ergonomía del aparato hará que esto no te resulte difícil.


lunes, 18 de agosto de 2014

¿Estresado?

 Claves para dominar el estrés
Las largas jornadas, llamadas,  la constante conexión a redes sociales, la necesidad de estar siempre informados y todo el ritmo de vida al que nos hemos acostumbrado, desde que nos levantamos hasta que nos ponemos el pijama, nos mantiene en un constante estado de alerta y tensión. El estrés es uno de los responsables del cansancio, el mal humor y las represalias. 

"Es estrés es una situación de estado del organismo caracterizado por la tensión o falta de tranquilidad ante una posible amenaza o presión externa, bien sea real o imaginaria", explica Itziar Digón, psicóloga especializada en nutrición y buenos hábitos de vida.

Según los expertos, cierto grado de estrés es normal e incluso necesario, ya que ayuda a madurar y avanzar. El problema surge cuando la tensión propia del estrés desemboca en ansiedad. Es entonces cuando se convierte en un problema. La sociedad actual hace que estemos en constante estado de huida o lucha y no fomenta que dedique tiempo suficiente al descanso y a la regeneración.
Los síntomas del colapso

·      Mentales: tensión, irritabilidad, problemas de concentración, cansancio excesivo, problemas de sueño, preocupación, tristeza...
·       Físicos: boca seca, aumento de la frecuencia cardiaca, malestar estomacal, deseo frecuente de orinar, palmas de las manos sudorosas, dolor de espalda, tensión muscular que puede causar contracturas y dolor, mareos, problemas para respirar.
¿Se puede erradicar?
No podemos vivir sin estrés, pero existen algunas pautas y hábitos de vida que ayudan a controlarlo. Estas son algunas:

  • Incorporar actividades que renueven tanto física como psicológicamente; descanso, actividades de ocio, técnicas de relajación, deportes como andar o nadar.
  • Mantener una dieta saludable y evitar el abuso de cafeína y alcohol
  • Ponerse límites. Nadie es perfecto ni tiene por qué serlo. "Hay que aprender a distinguir entre lo que se puede hacer y lo que es imposible o no está a nuestro alcance".
  • Priorizar las actividades para gestionar el tiempo de forma más eficaz.
  • Ser permisivo con los sentimientos y aprender a decir no.
  • Equilibrar obligaciones y placeres.
  • Premiarse cuando se ha alcanzado un objetivo.
  • Verbalizar los sentimientos. La expresión oral es el principio de la cura de muchos problemas menores que, si permanecen ocultos, pueden hacerse cada vez más grandes...